A unos seis kilómetros del pueblo, es un edificio muy pequeño de mampostería, con refuerzos de sillares de granito. La nave se divide en tres tramos por arcos apuntados que se apoyan en pilares cuadrados. Su interior está presidido por un retablo barroco donde se encuentra la imagen de la Virgen de los Antolines, una pieza de madera policromada del siglo XVI que representa la imagen de una Virgen de pie.